Geográficamente el Complejo Educativo Ceferino Namuncurá se ubica en el noroeste de la ciudad de Santa Fe, en una zona periférica inserto en el Barrio Yapeyú. Forman parte del mismo un Jardín de Infantes, una Escuela Primaria diurna, una Primaria Nocturna y una escuela Secundaria orientada y Técnico Profesional. A ello se suma una Biblioteca Pública.Nuestra comunidad tiene una historia cuyas raíces se ubican en el mismo origen del barrio. Surge de la acción de «Obra de Barrios», prestigiosa Institución fundada y dirigida por Monseñor Antonio Rodríguez que contaba con la colaboración permanente de un grupo de personas de nuestro medio cuyo accionar estaba dirigido a los hermanos de las zonas marginales de la ciudad.
Allá por el año 1953 un grupo de familias, la mayoría dedicada a la pesca es desplazada compulsivamente desde la zona de la Boca del Tigre, en el extremo norte del puente carretero de Santo Tomé a orillas del rio Salado, hacia el extremo noroeste de la ciudad, en predios municipales, dónde se dispuso la construcción de un nuevo Barrio llamado «de emergencia».
Una vez allí estos primeros habitantes lejos de su propio ambiente y en primitivas viviendas, lejos de sus lugares de trabajo y del centro urbano tuvieron que carecer de movilidad (no había transporte urbano hasta allí), de luz, de establecimientos educativos, de vigilancia policial efectiva. Además carecían también de agua potable.
Éste fue el comienzo de un barrio donde cundía el desánimo por no contar con los medios elementales para una vida ordenada y esperanzada. El resentimiento día a día se hacía carne en los forzados pioneros que allí residían.
A este sitio llegó Obra de Barrios abocándose inmediatamente a la promoción de esta incipiente comunidad. Como resultado de la primera gestión oficial de Obra de Barrios se instalaros seis canillas públicas.
Gracias a la apostólica idea del «Padre Rodriguez», como todos lo llamaban, los colaboradores llegaban los fines de semana con alegría, elementos de juegos, alimentos, útiles, elementos para tejido, para costura y la catequesis portadora del Mensaje Evangélico y esperanzador para niños y adultos.
Esta institución según palabras de su fundador simplemente puso en ejecución el mandato del Señor: «Buscad primero, el reino de Dios y su justicia y lo demás os agregará por añadidura»Ésto bajo el lema:»El ruido no hace bien y el bien no hace ruido»
En el año 1956, consiguió una capilla de madera en la que se reunía a los niños para aprender a leer y escribir, enseñarles religión, normas de urbanidad e higiene, cantos patrióticos y religiosos y prácticas deportivas. También, señoras y jóvenes, concurrían al taller de costura en dónde se les facilitaba todo el material para la confección de prendas.
El Barrio toma el nombre de «Yapeyú» en 1956, debido a una leyenda de un cartel que proporcionaba la venta de terrenos particulares e indicaba que ahí, nacería una futura comunidad. La continua vista del cartel, determinó la denominación que concluyó registrándose en la Municipalidad.
En 1957, tramitó y logró la instalación de un puesto sanitario sobre la avenida principal, hoy convertido en el Centro Asistencial.
El 3 de octubre de dicho año, obtuvo la cesión en comodato, de la fracción de terreno que hoy ocupa el Complejo Ceferino Namuncurá.
Entre los años 1959 y 1961, «Obra de Barrios», gestionó y logró la puesta en marcha de planes de vivienda de material, que aún existen en el barrio. En diversos períodos fueron sucediéndose planes similares, a cargo de la Dirección de Vivienda y Urbanismo y de la Municipalidad. Muchos pobladores de ranchos, fueron mejorando con modestas viviendas.
Entre 1961 y 1962, llegó la luz eléctrica., se iluminó la calle principal (hoy Avenida 12 de Octubre) y se hicieron las primeras instalaciones domiciliarias en casas ubicadas frente a la misma.
El Consejo General de Educación, construyó en ese periodo cuatro aulas precarias y la denominó «Escuela Provincial Nº 1109 Hipólito Irigoyen».
Después de reiteradas gestiones, y gracias a la generosidad y visión de futuro del empresario Señor Vicente Rubino, se logra la entrada al barrio de la línea de colectivos Nº 15 «Ceferino Namuncurá». En el año 1961, se instaló el destacamento policial y años mas tarde esta comisaría, Seccional Séptima, sería trasladada al Barrio San Agustín. El otrora puesto sanitario se transforma en Dispensario y luego Centro Asistencial. En el mismo año, un vecino, logró formar una junta vecinal con la que durante mucho tiempo sus dirigentes, promovieron el barrio mediante la organización de festivales y torneos deportivos.